viernes, 26 de septiembre de 2014

Club Colombia

Club Colombia

Hace poco Club Colombia sacó al mercado una edición limitada de un tipo de cerveza: Märzen. Esta edición limitada es para celebrar el OKTOBERFEST lo que me pareció una invitación directa a probar esta cerveza y a escribir mi opinión sobre ella.
Me considero cervecero y me gusta promover el consumo de la misma; no hay nada mejor que compartir los momentos de la vida con una cerveza, una escarchada y refrescante cerveza, porque le da a éstos un tono más festivo y ameno. Algo así pasa con Club Colombia, le da a los momentos una experiencia de marca: perfección y tradición. Y así todo el que se tome una se está tomando estos valores además de compartir ese prestigio de la mejor cerveza que tiene mi país. Su cerveza dorada es su piedra angular donde se cimientan estos valores, esta marca nació y se mantuvo con este producto que como en antaño decían: perfecta. Luego vino la Roja, me acuerdo de lo emocionado que estuve cuando la probé y compré uno de sus empaques de latón con la ilusión de tenerlo por siempre porque, en aquel tiempo, era edición limitada. Con el pasar de las ventas se volvió esta tan apetecida que Club Colombia la introdujo en su linea de productos y caso similar con la cerveza Negra lo que le dio a Club Colombia más variedad de producto.

Particularmente me gustó que introdujera otros tipos de cerveza al mercado colombiano dominado por las cervezas tipo lager, esto abrió la visión de algunas empresas artesanales, lo que llevo al consumidor promedio a conocer un poco más de la cultura cervecera. Esta cultura es tan antigua como la humanidad pero apenas es explorada en Colombia haciendo a Club Colombia la idónea para dirigir esta exploración y llevarnos a nuevas expresiones de la cerveza: es una marca que afirma sacar lo mejor de Colombia y la sentimos colombiana, su envace resalta una figura precolombina que según su diseño es para mejorar el agarre; el punto de todo esto es ver como esta marca hizo su identidad y que para mí es importante a la hora de identificarla y preferirla. Club Colombia es colombiana y si no he hecho suficiente énfasis en esto lo vuelvo a hacer.

En este punto llegamos al ahora cuando salgo a probar la Club Colombia tipo Märzen. Una cerveza “dulce” que rompe con la tradición de lo que Club Colombia había venido siendo, una cerveza ligera que tiene su nombre en alemán del mes de marzo que es cuando se prepara para celebrar el Oktoberfest. El Oktoberfest es el evento cervecero más importante del mundo y para un servidor es sueño vivirlo y disfrutar de la cultura alemana en sus cervezas; la marca se apropia de este concepto para promover la ya mencionada cultura cervecera, plausible pero cuestionable. Hacer propio o tratar de convidar una festividad que no compete a la población colombiana me parece brusco, como identidad de marca se está perdiendo en la ambigüedad de ser colombiana o aspirar a ser alemana. No digo que no sea una buena estrategia de posicionamiento pero Club Colombia ya esta posicionada como la mejor cerveza, con su propio tono podía sumergirnos en una experiencia muy particular y diferenciadora de las demás. Muestra de esto y de lo Alemán que puede llegar a transmitir la marca son lo los colores de las cervezas… amarillo en la base, roja en el medio y negro en el tope; puede ser coincidencia pero la marca se está desvinculando de sus principios.

La cultura cervecera apenas pelecha en Colombia y esto se lo debemos a Club Colombia, que ha entregado siempre un buen producto, aunque no me refiera a su última edición limitada que con “tonos” dulces sale del perfecto sabor amargo que maneja la marca, y espero siempre lo entregue; por lo demás que se apegue a la cultura Colombiana y a sus raíces de marca y que exploten la cultura cervecera apropiándose de ella.
Para terminar los invito a que compren una Club Colombia tipo Märzen, cierren los ojos y se cuestionen: ¿es esto una club Colombia? Y me gustaría que compartieran su respuesta conmigo. 

Y A POR LAS POLAS!!!

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Mi primera Cerveza

A mi me pasó que mi primera cerveza no cumplía mis expectativas; tenía 14 años cuando mi papá me dijo: Vea pues para que aprenda que es bueno, acercándome una Pilsen relativamente fría, y tome. Un gran sorbo seguido de una especie de queja fueron mis primeros acercamientos a la cerveza ademas de las burlas de mi padre.
No fue lo que yo pensaba. Toda mi infancia disfrute del programa de los Simpson y veía como Homero bebía y bebía cerveza; mis pensamientos relacionados eran: Eso debe ser muy bueno!! yo no relaciono la cerveza con borrachera y eso nunca ha cambiado y este programa tampoco me lo ha transmitido solo que mi creencia cambió en cuanto al sabor. Mi imaginario era que el gusto de la cerveza era dulce y al ver que todos la disfrutaban con tal ansia me ratificaba este imaginario; la realidad es que la Pilsen no es nada dulce aunque con el tiempo entendí y asimilé el verdadero sabor de ésta.
La primera cerveza me cambió porque encontré algo realmente bueno y que me puede enseñar mucho de la vida al compartirla con los demás, vivir y beberla por todo el mundo es mi sueño hasta que pueda producir la mía propia.