miércoles, 23 de noviembre de 2016

Sushi y cerveza

Hace poco se tocó el tema del maridaje en este blog, lo que la verdad se sintió algo sucinto, por esto es menester hablar más específicamente de este asunto; lo que trae hoy el tema de un casamiento entre sushi y la cerveza.

El sushi es una comida de origen JAPONÉS  que consiste en rollos de arroz acompañado de pescado, no necesariamente cocinado, algas y otros ingredientes, bien sea del mar o de los autóctonos de la región, que equilibran los sabores. Para algunos preparadores de este alimento es un arte hacerlo y representa una disciplina de gran rigor hacerlo bien.

imagen tomada de sushi light.


Hoy más que opinión o crítica se hablará desde la experiencia invitando a la misma.

Llegar a un restaurante de “sushi” (cosa que resulta algo deprimente ya que la comida japonesa es más que solo sushi) bien acompañado, para testear las bondades que este dice ofrecer resulta intrigante.

Antes de continuar solo se hará catarsis de algo: ¿Cómo es posible que la “comida oriental”, en un país en vías de desarrollo como Colombia que se abre a nuevas experiencias y culturas del mundo, se siga llamando china?
-          ¿El sushi?
-          Chino.
-          ¿El curry?
-          Ombe pues de china
-          ¿El ramen?
-          Más chino que china
-          ¿Un kabah?
-          Chino…

Continuando con la experiencia; se vio la carta y junto con la orden de 3 tipos diferentes de sushi (catalogados por: inexperto y experto) del más crudo posible, se anexaron dos cervezas lager, rubia y roja, por último se dispuso el espíritu.  

Con cada bocado del sushi, sin hacer apología de este, es una experiencia única; pero acompañarla de cerveza la convierte en algo sublime: Los sabores se mezclan de tal forma que con cada bocado y sorbo se le da sentido al momento; es tan buena la combinación que hace olvidar el deber ser del restaurante.

Entre risas y llamadas para cerciorar, entre los comensales, que significaban los nombres en japonés de los ingredientes, una que otra apuesta y gran alegría se terminaron los rollos de sushi y las cervezas. Esto representa la esencia misma del consumo de esta bebida: el compartir.

La idea con este escrito no es decir qué hacer o cómo hacerlo es invitar a que compartan con quienes son cercanos a ustedes… Dicho esto:


A POR LAS POLAS!!!

jueves, 17 de noviembre de 2016

Cerveza de trigo

Las sorpresas que en general se lleva un amante de la cerveza en Colombia son, a veces, algo simple. Si bien no se tienen muchas extrañezas o no son muy seguidas, acaparan la atención de alguien expectante por tener experiencias nuevas en el tema. Cuando acontece algún contenido noticioso en el país relacionado a lo cervecero vuelca la atención de los medios y de aquellos expectantes.

Hace poco se anunció el lanzamiento de otra línea de producto de Club Colombia que sería la corona para el posicionamiento de esta marca como líder del mercado en temas cerveceros Premium. Esta aseveración resulta un tanto irónica ya que esta marca no tiene competencia nacional que le ponga en duda el título.

La cerveza fue lanzada al mercado “edición limitada” en una temporalidad de tres meses, de noviembre a enero, para conectar con los consumidores en las fechas de fiestas.
La cerveza no está mal, pero tampoco está bien.

Esta dicotomía se presenta por la calidad de producto: su sabor suave con un regusto efímero es propio de una buena cerveza mas las notas que tiene no transmiten ese sabor que dice caracterizar. A veces simple, porque “hay que revolverla”, a veces con más carácter, porque no hubo que revolverla, presenta una inconformidad bastante evidente.



De las siete cervezas de Trigo que me he tomado cuatro las han tendido que “revolver” para justificar los grumos que se presentan; esto en tres establecimientos diferentes. Las restantes cervezas me las entregaban intactas y la calidad era notoria, es por esto que no está bien… sin mencionar que se esté comercializando un producto malo; bien sea porque si hay que revolverla o porque no hay que hacerlo.

Para quien no lo conozca las cervezas hechas con trigo suelen ser “turbias” o espesas, pero no necesariamente dejan sedimento. Muchas veces el sedimento de una cerveza se debe a la falta de carbonatación del producto siendo este el paso final de la elaboración de una cerveza. Y sin apuntar con el dedo, solo se muestra una falta en este proceso.

Para terminar esta entrada solo quiero retar a quienes lean esto a probar esta cerveza. A mí no me encantó.


Por esto A POR LAS POLAS!!!